Ir desde Francia hasta la casa de mis suegros en Italia toma alrededor de 16 horas en auto, prácticamente se debe atravesar Italia de norte a sur. En esta oportunidad, aprovechando de un compromiso familiar decidimos de hacernos este viaje en auto e ir parándonos para conocer una región emblemática: la Toscana.

En materia de alojamiento Italia cuenta con una solución genial: los agriturismos. Hay una gran variedad para todos los gusto y bolsillos, y muchas veces al mismo precio de un hotel 3 estrellas se pueden encontrar alojamientos equivalentes a hoteles de 5 estrellas. Y con una ventaja; estar mucho mas cerca de la gente de la región que se visita. A nuestra edad ya no estamos mucho para aventuras en alojamiento, y siempre optamos por agriturismos que pudiéramos catalogar a veces de lujosos, pero siempre logramos conseguir precios que respetan nuestro presupuesto.

La mejor solución es consultar Booking y Tripadvisor para escoger la mejor opción. Booking permite de reservar sin tener que avanzar dinero y los dos websites permiten leer las opiniones y sobretodo ver las fotos de los viajeros (las fotos reales como les llamo yo!). Esto ahorra malos ratos y permite descubrir lugares fantásticos. Es posible consultar varios websites que listan los agriturismos y luego tratar de conseguir opiniones de viajeros en internet. Puede sonar un trabajo tedioso, pero les garantizo que de esta manera conocerán lugares realmente excelentes, limpios y en general con comidas fantásticas.

Parada técnica con excelente descubrimiento en Grasse

Saliendo desde Montpellier, decidimos hacer una parada intermedia en Francia, en Grasse, la ciudad de los perfumes. Escogimos un agriturismo en version francesa (le llaman Maison de Hotes), encontramos un lugar fantastico: La Bastida des senteurs, su propietaria la Sra Hut ha decorado la casa con un gusto especial, los jardines son lindisimos y las habitaciones no se quedan atrás, darían envidia a cualquier hotel de alto standing. La maison de hotes cuenta con piscina y una hermosa vista. El desayuno es copioso y de una calidad extraordinaria, todo es hecho en casa. Lamentamos no haber podido quedarnos mas y no disfrutar mas del lugar. Con muchas ganas me hubiera dado un chapuzon en la piscina.

Iniciamos el recorrido bastante temprano, fué una buena idea haber avanzado hasta Grasse la noche anterior, eso nos permitió de pasar Nice a una hora a la cual no había trafico (bastante raro!). El resto de la ruta fué bastante calmado, estábamos descansados y frescos así que se nos hizo menos pesado que habitualmente. Hemos hecho tantas veces esta vía pero seguimos descubriendo cosas, y eso nos gusta. Los paisajes son espectaculares cuando te adentras en las nacionales y allí ves la Italia que aparece en los libros y postales.

Los eternos paisajes de postales de la Toscana

toscana
ToscanaLlegando a Lornano, Monteriggioni

Como siempre los agriturismos no son fáciles de encontrar, recomendamos buscarlos muy bien en google antes de viajar, y ver las opciones para llegar. De ser necesario, comuníquense con el agriturismo y pregunten la mejor via para llegar. El GPS no siempre da las mejores soluciones y pueden encontrarse en vías impracticables, o calles para andar, no sé, a caballo quizá?. Nos ha pasado de todo con el GPS, y por ello ahora usamos las coordenadas GPS, y también vemos en un mapa ( si si, a la antigua!!) cual es la mejor opción.

Escogimos el Podere Lonarnino para alojarnos en pleno corazón de la Toscana, encontramos que era un lugar que se adaptaba a nuestras exigencias. La verdad no es fácil encontrar donde alojarse en Toscana en un lugar que no parezca un museo o que cueste groseramente caro para lo que ofrece. Este agriturismo en mitad del campo nos ofrecía un poco de todo, comodidad, limpieza, un restaurant, y un excelente desayuno. El restaurant esta bien pero sin mas, es bonito, algo lento y caro. Pero cuando se esta cansado y no se quieren hacer kilómetros para ir a comer, el restaurant representa un buena opción.

monteriggione
Foto propiedad de LC, prohibido su uso sin autorizacion

Apenas nos instalamos, preguntamos a la propietaria donde podíamos comer algo, ya era tarde para almuerzo y ella muy amablemente nos ofreció un plato con quesos, pan y charcutería. Lo disfrutamos en el jardín frente a la piscina, con un horizonte toscano al fondo, queee tranquilidad!!.

Mientras comíamos decidimos ir a un pueblo cercano, antes preguntamos a la propietaria si era posible visitar alguna cava, y uuuuhh respuesta incorrecta de la dama, nos dijo que todo estaba cerrado, que si necesitábamos algo se lo podíamos comprar en el restaurant. Menos mal que somos de naturaleza desconfiada a este tipo de respuesta, porque cuando fuimos de visita a Monteriggioni ese mismo día, nos enteramos en la oficina de turismo que ese fin de semana era especial, y todos los productores de vino estaban abiertos y sin necesidad de tomar cita se podía disfrutar de degustaciones. Moraleja: nunca quedarse con la primera respuesta!.

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Monteriggione es una pequeña ciudad medieval encerrada en una muralla, es un buen spot para visitar. Es posible subir a la muralla, y visto que ésta se encuentra situada en una cima, se pueden tener vistas super hermosas del valle de la toscana. Si suben al final de la tarde tendrán escenas dignas de postal.

La primera noche comimos en el restaurant del agriturismo, comí una entrada y un plato de carne, mi esposo solo un plato de pasta, lamentablemente no nos dejo buena impresión, la comida estaba buena, pero las porciones eran reducidas y debimos esperar muchísimo para comer cada plato. sin contar que recibimos las excusas mas insólitas. La carne la tuve que devolver porque estaba prácticamente cruda, y la insistencia de la propietaria de indicarnos el origen de cada ingrediente llego a fastidiarnos.

Siena, pequeña ciudad rica de patrimonio

Al día siguiente teníamos Siena en nuestros planes. Nos levantamos temprano para provechar el día. Nos gusta pensar en lo que sera nuestro desayuno, en las opiniones que daban sobre el lugar, hablaban de un excelente desayuno y en verdad que fue el caso. La comida bastante variada, muy fresca y muy buena. Charcutería y quesos locales, mermeladas y tortas hechas en casa. Debo hacer especial mención a la torta de naranja de la propietaria, creo que me comí al menos tres pedazos, estaba fantástica.

Siena no esta muy lejos de donde estábamos y realmente es un lugar a no dejar de lado si se viaja a la Toscana. Es una pequeña ciudad pero muy hermosa, llena de tradiciones y de callejuelas maravillosas. Sin saberlo desde que llegamos fuimos inmersos en la tradición de Siena, ese día era uno de los sorteos para el Palio (la carrera tradicional de caballos que se celebra cada verano), antes del momento del sorteo, el equipo (llamado en italiano Contrada) que se someterá a sorteo, desfila durante todo el día por la ciudad al ritmo de tambores tradicionales.

Nos dirigimos a la oficina turística de la ciudad y nos equipamos con un plano. Yendo a al oficina nos paramos en el duomo y nos dimos cuenta que es posible visitar varios museos y el interior del duomo pagando un pass de un día. Para los que tienen mas tiempo es posible adquirir un pass de varios días. Es mucho mas económico comprar el pass que las entradas individuales de 2 o 3 lugares. Realmente vale la pena.Nosotros pasamos un día en la ciudad y pudimos ver muchas cosas y con bastante detalle.

Antes de entrar a los museos fuimos a conocer el lugar emblemático de Siena, la piazza del mercato, donde se celebra el Palio en verano. Los habitantes de la ciudad y sus alredores están muy apegados a esta tradición, hay turistas que vienen desde otros países cada ano para presenciar este evento. Un puesto en la tribuna puede llegar a costar hasta 200 euros. Es posible pagar menos y estar en el centro de la plaza, pero visto la configuración de la misma, no resulta el mejor lugar para admirar las carreras.

No dejen de subir al Batistero para tener una maravillosa vista sobre Siena y los valles de la Toscana. Hay que tener un poco de paciencia para subir porque las escaleras son estrechas y el espacio arriba es reducido, por ello hace subir por grupos. Si tienen niños les harán dejar los cochecitos abajo. El acceso es imposible para personas con movilidad reducida.

Siena vista desde el Batistero.jpg

Para los amantes del arte Siena es una ciudad que tiene mucho que ofrecer, se puede visitar rápidamente en un día pero recomendamos tomar unos tres días para poder contemplar las obras de arte si es lo que les gusta.

La ciudad es muy ordenada y limpia, tiene muchos restaurantes, la oferta gastronómica es bastante amplia y para todos los bolsillos.  Como siempre nuestra recomendación es ver los menús, escoger los lugares que tienen menús con productos locales y de la época, y siempre evitamos de comer en los spots ultra turísticos. Así nos ha ido bastante bien, y fué el caso en Siena.

Escogimos un restaurant no en pleno en la plaza central sino en una de las transversales. La comida estuvo exquisita, los vinos igualmente. De hecho el lugar se llama la Enoteca, y posee una cava de vinos bien nutrida en el subsuelo. Es posible comer en la cava si se reserva, pero hay que aguantar la humedad y el frío.

Justo cuando comíamos se estaban arremolinando más y más personas en la Piazza del mercato, no sabíamos exactamente por qué. Le preguntamos al personal del restaurant que nos explicaron que ese día estaban haciendo uno de los sorteos para el Palio. Por eso estaban desfilando durante el día. Al final se agrupan en la plaza y se sortea entre dos grupos, uno de los cuales estuvo desfilando, cual irá al Palio.

La cantidad de gente que se agrupa en la plaza es realmente impresionante, fui hasta la plaza, y en ese momento hicieron el sorteo. La gente realmente se lo toma a pecho, unos se enojaron, otros lloraban porque no habían salido en el sorteo y no podrían participar en la carrera del Palio. Desafortunadamente el grupo que vimos desfilar y que es el campeón del año pasado, no podrá participar.

Después de terminar una buena comida y admirar el amor por una tradición ancestral, nos fuimos a caminar, ya de vuelta al auto, para regresar al agriturismo. Estabamos ya un poco cansados de tanto caminar. Eso no nos impidió de admirar por una ultima vez la ciudad, que ahora se veía exaltada en sus colores gracias a la luz del sol.

De regreso al agriturismo fuimos igualmente admirando y disfrutando de las colinas de la toscana adornadas por la luz naranja del atardecer. El lugar es realmente apacible, a pesar de ser una gran destinación turística, fuera de las ciudades la campiña toscana permanece calmada y tranquilizante.

Esta vez no hicimos parada en Florencia, y realmente adoramos Siena. Florencia en alta estación es muy pero muy concurrida al punto que no se puede caminar tranquilamente entre el bullicio. A pesar de que en este momento nos encontrábamos en un periodo de vacaciones para los italianos, la zona en la que estábamos se mantuvo a niveles tolerables de movimiento de gente, sin colas, sin masas exageradas de gente, sin problemas para encontrar parking… En fin, todo fué ideal.

Al día siguiente dejamos este agriturismo y nos encaminamos a otro, que ya no se encontraba en la región de la Toscana. Esta vez nos alojaríamos en la región de Umbria, a Foligno para ser exactos. La idea era pararnos en el camino para visitar otras cosas.

Parada rápida pero eficaz: Montepulciano

Camino a Foligno tomamos un desvío a Montepulciano, que aun forma parte de la región toscana, un pueblito al que fuimos un poco por casualidad y termino siendo una descubrimiento fantástico, para nosotros que amamos el vino. Prácticamente el vino esta lleno de lugares para degustar el vino, y la calidad es a veces excepcional. Comparado al Chianti que es mucho mas famoso, los vinos de Montepulciano son de mejor calidad organoléptica.

Es posible disfrutar de verdaderas degustaciones, tomando el tiempo necesario, para poder volar con cada aroma y con cada sorbo de vino. Pudimos hacer una compra de vinos muy buenos, a precios bastante interesantes comparados a los precios que conoces en Francia. Adicionalmente hay la ventaja de poder hacer que envíen los vinos a la dirección que el cliente desee por un precio bastante módico, eso evita de viajar con el vino y tomar el riesgo que se arruine.

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