Cuando empezamos a planear este viaje a Japón queríamos definitivamente una cosa: conocer algo más que luces de neón y japoneses fashion victim. Deseábamos sobretodo conocer el Japón lleno de tradiciones, ese de los famosos paisajes, jardines, artesanía sin limites pero que al mismo tiempo no le teme a la modernidad. Así fue que buscando y buscando lo que podíamos hacer en pocos días desde Kyoto, encontramos la región de Ishikawa como alternativa, y descubrimos una ciudad que parecia prometedora: Kanazawa.

Llegar a Kanazawa

Con el pass de tren podíamos movernos facilmente desde Kyoto, y movernos hacia la región de Ishikawa. En principio pensamos en quedarnos en un Ryokan en Takayama, pero luego leyendo un poco por aquí y por allá, nos dimos cuenta que lo mejor era establecer Kanazawa como base y pienso que no nos equivocamos.

Desde Kyoto es muy fácil llegar en tren, si solo se tiene el pass regional como fue nuestro caso, cada hora parte un tren llamado Thunderbird. Toma unas 3 horas de total calma y comodidad el llegar a Kanazawa. Entretanto se pueden ver las miles de plantaciones de arroz qué hay por el camino.

En Kanazawa propiamente hay que hacer una parada obligada para conocer al menos dos cosas, su castillo y los jardines de Kenroku-en. También tiene un bonito quartier de Geishas y otro Samurai. La verdad es una ciudad que tiene sus detalles y donde se puede saborear de cerca ese Japón más tradicional y darse una buena sumergida.

Sin quererlo coincidimos con un festival de la ciudad que dura 3 días, estuvimos en el primero que nos regaló varias cosas, uno fue que el acceso a los jardines era gratuito y luego que de noche vimos un maravilloso espectáculo de linternas en el rio. Quedamos maravillados.

Alojarse en Kanazawa

Nos quedamos en un hotel un poco apartado del centro el Sainoniwa Kanazawa Hotel, pero de fácil acceso con un shuttle que sale alrededor de cada media hora desde la estación de trenes, el cual es un poco el punto neurálgico de la ciudad. Escogimos este hotel porque no queríamos algo enorme y porque las opiniones de los anteriores visitantes indicaban que era un hotel muy japonés que aliaba tradición y modernidad…y eso es este país.

Acertamos al 100% escogiendo este lugar, escogimos inicialmente una habitación de entrada de gama, pero la verdad es para pasar una sola noche porque es minúscula. Luego cambiamos a una superior, y pues genial. Decoración impecable, una gran cantidad de amenitities para sentirse súper cuidado. El precio incluye un desayuno que te permite conocer un montón de ingredientes de la región, y que varia ciertos platos cada día. Ponen a disposición un par de lavadoras y secadoras que nos cayeron de maravilla justo porque viajábamos en esta etapa con muy poca ropa.

Primeras impresiones de Kanazawa en la Prefectura de Ishikawa

El primer dia después de instalarnos en el hotel, salimos a recorrer un poco la ciudad y a buscar donde comer algo por lo que esta ciudad es famosa: el pescado.

Antes de la comida caminamos hasta una zona historica, donde hay varias casas de té, y se ofrecen varios espectaculos privados de geishas.

Cenamos en un restaurant que nos recomendó una chica en una tienda de artesanías del distrito Chaya, porque eran del mismo grupo y ella misma llamó y nos hizo una reservación. Es un excelente restaurant, muy bonito y exactamente lo que buscábamos: comer pescado. Estaba cerca de la estación lo que nos permitía después regresar fácilmente con el shuttle al hotel. El nombre del restaurant es Nouka Banzai Kyo. El grupo tiene varios restaurantes y tiendas, con unas artesanías elegantísimas y de alta calidad que también usan en sus restaurantes.

Visita a la prefectura de Gifu: SHIRAKAWA-GO

Haciendo uso del pase de tren es posible tomar algunos autobuses sin coste adicional que permiten de visitar los pueblos de Gokayama, Shirakawa e inclusive ir hasta Takayama si el tiempo se los permite. Nosotros no teníamos tanto y queríamos hacer la visita con ida y vuelta el mismo día, lo cual es totalmente posible. Tomamos el autobús temprano y a eso de las 10 ya estábamos en ShirakawaGo. El autobús para antes en Gokayama pero nosotros decidimos de concentrarnos en Shirakawa que es más grande.

Qué decir de este lugar? Aparte del hecho que es patrimonio de la UNESCO. Pues que es como sumergirse en una bella postal.

Ishikawa

Shirakawa permite de conocer las casas de construcción tradicional llamadas Gassho-zukuri , casas construídas solo en madera y en el cual las uniones se hacen con cuerdas mediante una técnica específica. De hecho es posible visitar algunas casas y una de ellas es un museo, la Wada House. Allí se puede apreciar la construcción y también explican como en una época estas casas sirvieron a criar gusanos de seda.

Desde esta casa se puede tener vistas muy lindas del paisaje del pueblo. Y si llueve como fue nuestro caso, todo será tan bucólico… en serio, parecerá escena de película.

Ishikawa
Shirakawa desde el mirador

Para poder tener una buena panoramica del pueblo, se debe subir por una pequeña cuesta cerca de la estacion de autobuses, en unos 10 minutos se llega arriba y se tiene una bellisima vista de todo el lugar.

Visita del Castillo de Kanazawa y a uno de los Jardines más bellos de Japón: Kenroku-en

Es posible visitar el castillo y los Jardines en un solo día, es un poco largo, y si se quiere realmente pasar mucho tiempo en el jardín y si el tiempo de viaje lo permite pues mejor alargarlo a un día más. Tanto la entrada al castillo como al Jardin Kenroku-en se pagan, el precio no es excesivo como muchas visitas en Japon, y realmente valen la pena. Si se entra al castillo se puede ver toda una exposición de su restauración y del tipo de construcción particular en madera de este tipo de estructura.

Camino al castillo, pasamos por el Omicho Market que de verdad merece un stop mucho más largo de lo que nosotros habíamos previsto. La cantidad y variedad de productos que se encuentra es maravillosa, en un colorido estrepitoso. Es posible comer dentro del mercado y es importante saber que no todos los propietarios de puestos están abiertos a las fotos, así que es bueno preguntar antes para evitar que salga el dueño a gesticular de mala gana.

Saliendo de alli, y habiendo comprado algunas cositas para degustar en el jardin, seguimos nuestro camino hacia el castillo. Llegamos por la entrada del Parque Gyokusen’inmaru que forma parte de los jardines alrededor del castillo.

Estos jardines son gratuitos y si se desea puede degustarse un té con una maravillosa vista del parque en una hermosa casa de té en madera, mals de estilo moderno pero sin perder encanto. Unos señores muy simpáticos que trabajan voluntarios, reciben justo al lado de la casa de té, y cuentan la historia de este parque, y con un poco de suerte (como fue nuestro caso) se podràn ir con un par de origamis realizados por ellos mismos.  

¿Los jardines? ¿Qué se podría decir? Pues son un bocado a degustar y disfrutar lentamente, son un salto dentro de un libro de paisajes, de postales, de perfección. Obviamente hay que buscar que el día de la visita haya buen tiempo porque sino la percepción no será la misma.  Nosotros fuimos a final de la primavera y la lluvia era posible, escogimos el día que indicaba buen sol y tuvimos suerte que la previsión meteorológica no se equivocó. Los colores explotan con la luz solar.

Estos jardines tienen lo que denominan las seis virtudes: espacio, tranquilidad, artificio, antigüedad, agua y panoramas. Es considerado uno de los 3 jardines más bellos de Japón, y de verdad no lo dudo ni un segundo. Esta extremadamente cuidado y cada rincón es un momento de descubrimiento. Se pueden igualmente encontrar rincones en los cuales sentarse simplemente a contemplar la belleza de los panoramas.

Después del Castillo, y aun disfrutando de los jardines de sus alrededores, se llega a la oficina de Turismo que tiene una zona de descanso muy bonita que cuenta con una exposición, baños, un restaurant llamado Mamezarachaya y una zona con mesasen libre servicio dentro de un recinto climatizado y con paredes totalmente en vidrio que permiten de contemplar el castillo en todo su esplendor. Luego saliendo por la puerta de Ishikawa se llega al famoso Jardin Kenroku-en.

Luego de disfrutar cada uno de los rincones de este jardín, de los colores únicos que regala esta época floreada, y extasiados de tanta belleza pues como a todo turista, nos atacó el hambre. Decidimos regresar ala zona de la estación para comernos algo y dar un salto al hotel, porque luego iríamos a un espectáculo de linternas durante la noche.

Así sin darnos cuenta fuimos y vinimos caminando, de hecho ese día ha sido nuestro récord porque absolutamente todo lo hicimos a pie y es que avanzando siempre había algo que ver y al final no tomamos ningún autobús. De hecho saliendo del jardín y tomando la vía hacia la estación nos topamos con una exposición de decoración floral en un jardín y atravesándolo llegamos a un hermoso templo. Justo al salir del templo había una especie de mercado donde algunos puestos vendían comida y nos aventuramos a probar cosas, aunque nunca logramos entender correctamente los nombres.

El Festival Kaga-yuzen Toro-nagashi

De regreso hacia la zona de Chaya, al borde del río Asano, tratamos de buscar el mejor lugar para ver el evento que llaman Kaga-yuzen Toro-nagashi en el que cientos de linternas flotantes artesanales de diferentes tamaños son soltadas para dejar que la corriente del río las arrastre suavemente. Hay un montón de discursos e intervenciones de unas y otras personas al mismo tiempo que se van soltando las lámparas, pero lamentablemente no entendíamos absolutamente nada.

Solo supimos que este evento es para salvaguardar el patrimonio y que cada quien puede como ‘patrocinar’ una lámpara para dedicarla a uno de sus ancestros. De hecho, cada lámpara está pintada de manera diferente y lleva escrituras. Varios hombres están ubicados estratégicamente en este punto donde se liberan las lámparas y controlan su flujo. A medida que el evento y la noche avanza la atmósfera se hace más mágica porque el río se llena de esta luz tamizada.


Luego ya de regreso, bajamos del otro lado del Río para atravesar el puente y ver las lámparas bajar. La policía no te deja parar permanentemente en el puente para ver el espectáculo pero es suficiente el momento de atravesarlo para admirar el panorama y hasta hacer fotos o videos. La verdad es que este día nos emocionó muchísimo, vimos cosas que esperábamos y otras nos sorprendieron porque sin haberlas planificada iban justo en la tónica de lo que queríamos de este viaje.

De regreso al hotel nos topamos con una especie de procesión de niños con pequeñas linternas de papel rojas, muy lindo, todo parte del mismo festival.

Cansadísimos de tanto caminar llegamos a la estación para tomar el último shuttle hacia el hotel y tomar dormir merecidamente después de comer una pizza que fue lo que logramos que el hotel ordenara por nosotros a esa hora.


El Kanazawa Hyakumangoku Matsuri es un festival que tiene lugar cada año durante tres días que incluyen siempre el primer sabado de Junio. El festival de linternas lo realizan el viernes en la noche.


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