En la ocasión de una visita de mis padres organizamos un viaje a Berlín en primavera. Algunos días para darnos una idea de esta ciudad y aprender nuevas palabras en nuestra nueva aventura de aprender otro idioma; el alemán.
Visto que eramos cuatro, nos decidimos por un apartohotel, y nos fue genial. Alquilamos un apartamento en Wilmersdorf, al sur de Charlottenburg, una zona muy tranquila y muy verde. Justo abajo teníamos un pequeño supermercado, un Lidl, lo que nos permitía suplirnos con lo esencial para hacer el desayuno o la cena.
Cerca del apartohotel teníamos una gran avenida, llena de negocios de marcas reconocidas. Una especie de Champs Elysée de Berlin. Al final de la avenida se encuentran negocios mas populares, e igualmente un punto que puede llegar a pasar desapercibido en el bullicio, la catedral.
El zoológico de Berlin es cita obligada si se visita la ciudad. Hay infinidad de museos, realmente hay que saber escoger, no es posible hacer ni la mitad de ellos en una sola visita, hay para todos los gustos.Pero pienso que el zoológico es un lugar que hay que visitar, porque es fantástico, uno de los mejores que he visto.
Nuestro dia de visita del zoológico no comenzó con buen tiempo, pero luego tuvimos nuestras variantes, y llegamos a poder tomarnos una cerveza en terraza con un buen solecito.
El zoológico es increíblemente variado, de cada animal hay una variedad que rara vez se ve en otros zoológicos. Cada animal esta ubicado en su propio habitat, un ambiente estudiado hasta el mas mínimo detalle, y donde cuentan con grandes espacios.
Dentro del zoológico hay un aviario espectacular, no dejen de verlo. Y un acuario que se debe pagar por separado al interior justo antes de entrar a éste.
En Berlin hay una infinidad de museos para todos los gustos y bolsillos, hay que saber qué se quiere ver y a qué darle tiempo.
