Un relajante roadtrip que empieza atravesando el puente de Millau, y adentrándonos en el departamento del Aveyron, para conocer una de las tierras más aisladas y menos pobladas del territorio francés, y uno de los grandes parques naturales en Francia: el Aubrac. Disfrutando kilómetros de naturaleza y muchas vacas, llegaremos a la ciudad medieval de Figeac.
Viaducte du Millau, un inicio espectacular de roadtrip
Para adentrarse en la región del Aveyron cuando se viene del sur de Francia por la autopista A75 hay que atravesar un monumento, el Viaducte de Millau. Un momento fascinante para admirar de cerca esta obra de la ingeniería moderna.
Una vez que se atraviesa el puente, y si cuentas con tiempo, te recomendamos detenerte en lo que en Francia llaman «Aire», una zona de reposo, para comer, ir al baño, y generalmente informarse de los atractivos turisticos de la zona.
El Aire del Viaducte de Millau es particularmente atractivo, ya que entre otras cosas se puede llegar a un Belvedere que permite de tener una vision espectacular del Viaducto. En el edificio principal podran comer, y ver videos sobre lo que ofrece la region, presentado dentro de un edificio en piedra, espectacular.
En una de las salas podran ver algunas maquetas del puente, y un video que explica la construccion del viaducto.
Después del Aire de Millau, un poco más adelante continuando por la A75, podrás admirar a la derecha, las formaciones montañosas del Parque Natural Grandes Causses. Si tienes tiempo para detenerte un poco más por esta zona, puedes visitar las Cavas de Roquefort.
Más arriba cambiarán de departamento durante algunos kilómetros y entrarán en el Departamento de la Lozere. Donde nos deleitamos con su vegetacion densa y sus grandes árboles.
Saliendo de la Autopista, entrada a uno de los grandes parques naturales en Francia: el regional del Aubrac
A la altura de la salida 38 de la A75, tomamos via Nasbinals por la D900. Inicialmente nos rodean arboles, pero pocos kilometros después comenzamos a ver unas increibles praderas de pastoreos, y muchas pero que muchas vacas. Las praderas estan divididas por unos muros bajos hechos por cumulos de piedras grises, que le dan un aire espectacular al paisaje. Los campos se pierden en el infinito, y solo se ven algunas grandes casas rusticas muy de vez en cuando.
El paisaje es alucinante, y por un instante el verde infinito y las rocas, nos recordaron los típicos paisajes escoceses.
Después de un punto llamado Marchastel y antes de un pequeñísimo pueblo llamado Montgros, se encuentra un puente en piedra que atraviesa el rio Bès. Justo por aqui pasa la viq de senderismo GR65.
El paisaje entorno al puente nos fascinó completamente, con el río y las praderas, hacen una combinación perfecta, es un lugar donde hay que hacer una parada obligada para algunas fotos. Por allí también encontrarás algun espacio donde aparcar si desean hacer parte de la ruta de senderismo, como hicimos nosotros.
Más adelante llegamos a Nasbinals, con sus clásicas casa de la zona, con techos de pizarra gris. Muy bonito y característico. Este puede ser un punto para aprovisionarse, si necesitan comprar algunas cosas, o poner gasolina.
Nosotros continuamos nuestro camino hasta Saint-Chély-D’Aubrac, donde habíamos previamente localizado un «Buron» para comer carne y el tradicional aligot.
Los Burons y el Aligot
Un Buron, en francés, denominan las edificios rurales en piedra con techos de lajas de piedra de pizarra, que se encuentran en las zonas de montaña o de pastoreo. Los criadores los usan de manera estacional. Frecuentemente son utlizados para guardar las producciones de queso Cantal, Laguiole y Saint-Nectaire.
En la zona de la Aubrac, algunos se han convertido en restaurantes, donde se puede consumir la carne de la región y el plato local: ALIGOT.
El Aligot es un puré de papas al cual se le agregan, leche y queso laguiole, que se malaxa al fuego con una gran paleta, hasta que obtiene una textura elástica.
Desde lo lejos divisamos al pueblito de Saint-Chély d’Aubrac. El campanario de piedra oscura la iglesia se puede ver en la distancia, y contrasta con el paisaje verde intenso. La visión del pueblo antes de llegar es magnífica.
Sin saberlo llegamos a un pueblo famoso para los que recorren la GR65, y donde frecuentemente hacen una pausa para comer, y luego continuar con el senderismo.
Nosotros comimos en el Buron de L’Aubrac, habían un otro par de sitios abiertos, pero queríamos comer en un lugar tradicional. Comimos en la terraza porque es lo que permiten las restricciones Covid actuales, pero la verdad no hubiese querido comer dentro, cuando hacia un dia maravilloso, y se pueden contemplar los campos y las vacas a lo lejos, desde la terraza.
Las opciones en el menu son bastante limitadas, pero para nosotros que queriamos carne y aligot, son mas que suficientes. La carne era de una calidad excepcional, fresca y suave, realmente se puede disfrutar de un excelente producto local. Para el Aligot, un chico viene con una gran cacerola, y malaxa un poco, estirando un buen pedazo de aligot a un poco menos de un metro de alto, para mostrar su punto elástico y darnos un bonito espectáculo cada vez que servía a alguien. Si tienes mucha hambre, puedes pedir que te sirvan de nuevo.
Después de comer puedes tomar una de las vías de senderismo y quemar calorias. O simplemente tomar el sol en una especie de plaza que tiene vista sobre las praderas, justo enfrente hay un pequeño jardin botánico abierto al público. El pueblito es pequeño pero muy animado y muy acogedor.
Pequeña parada en Laguiole
Desde St Chèly d’Aubrac recorrimos unos 20 Km hasta llegar a Laguiole, un pueblo célebre en Francia por la fabricación de cuchillos artesanales con el nombre del pueblo.
De hecho el pueblo esta lleno de tiendas donde venden estos famosos cuchillos, y justo en las afueras, hay un par de puntos donde los fabricas y que permiten visitas, y tienen una venta de estos artículos. Atención, son cuchillos de una gran calidad, pero que tienen un precio elevado. Los precios pueden facilmente iniciar en los 100€ por cuchillo.
Aparte de los cuchillos Laguiole no encontramos que fuese un pueblo particularmente interesante, pero es bonito y puede considerarse como una etapa, dar un vistazo a las tiendas, y visitar si se quiere el Museo Privado del Cuchilo Laguiole, el pueblo también tiene un mirador interesante que no se debe dejar de lado si se pasa por alli. Desde alli hay una bonita vista sobre el valle.
Un vistazo a la época Medieval: Figeac
Figeac es una ciudad pequeña, ubicada en el departamento del Lot en el Suoeste de Francia. Camino a esta ciudad podrás admirar pequeños publitos medievales que parecen salidos de un cuento.
De hecho si te quedas en Figeac podrás usarla como punto de salida para visitar numerosos pueblitos considerados de los mas bellos en Francia. Entre ellos: Capdenac-le-Haut, Marcilhac,Saint Cirq Lapopie, Rocamadour, Autoire, Espagnac Sainte-Eulalie, Cardaillac.. También es facil admirar castillos medievales y el cauce del rio Lot desde las carreteras.
Un hotel excepcional: Le Mercure Figeac Viguier du Roy
Inicialmente decidimos alojarnos en Figeac porque encontramos allí un hotel que parecia cubrir nuestras expectativas y que al final las supero con creces: el Mercure Viguier du Roy
Este hotel está dentro de un edificio histórico de la época medieval, a pesar de estar en pleno corazón del centro de Figeac, la estructura es bastante grande, Y es que este lugar no es solo una alojamiento, constituye una visita en si mismo. Dentro hay unos bonitos jardines, y salones medievales que transportan a otra época.
