“Todos los viajes tienen destinos secretos sobre los que el viajero nada sabe”.  
Martin Buber

Como entrar en los cuentos de  hadas llenos de bosques encantados y cabañas de increibles colores…eso ha sido esta parte de este circuito Alsacia y Selva Negra.

Desde hace tiempo queríamos conocer el este de Francia y encontramos que la visita de mi madre era un momento perfecto para organizarnos y conocer los pueblos de esta region. Había ya visto varias fotos de Colmar y sabía que sería uno de los lugares a visitar, lo que no sabía era que la región completa esta llena de pueblos hermosísimos y que desde que se entra en Alsace se cambia totalmente de ambiente con respecto al resto de Francia. 

Para visitar Colmar, nos organizamos con un alojamiento en Alemania, los precios son muchos mas interesantes y finalmente se esta a solo una media hora, y esto nos daria la oportunidad de visitar ademas la Selva Negra. Desde Montpellier el viaje hasta Colmar es largo, decidimos de partir un viernes y pararnos a dormir luego de 4 horas y media de viaje. Luego de regreso hicimos lo mismo, y escogimos dos lugares pertenencientes a la region de Borgoña, me parecio conveniente separar esta region y por ello de esa parte del viaje les hablo en otro post.

Primera parada en este viaje por Alsacia: Eguisheim

Nuestra primera parada en Alsace, Eguisheim, un pequeño pueblo del departamento del Haut-Rhin, apenas tiene unos 1500 habitantes y gran parte debe trabajar en el vino o en las actividades alrededor del vino. El pequeño pueblo esta lleno de cavas y lugares donde comprar vino. Este pequeño lugar forma parte de la clasificacion de «les plus beaux village de France» (los pueblos mas bellos de Francia).

Hemos visitado muchos pueblos de Francia, pero cuando se llega a Alsace, realmente la arquitectura es totalmente diferente, y se siente la influencia alemana. Para aquellos que conocen la historia de Asterix se sentiran muy en ambiente, y creo que se preguntaran si no saldrá Obelix de alguna parte.

Las construccciones son esencialmente bajas, los muros super coloridos, con las vigas diagonales tipicas de construcción alemana. Con un poco de concentracion es posible sentirse en un cuento de bosques encantados y uno hasta podria preguntarse y dónde estan los enanos? (los de blancanieves claro esta!).  

La limpieza del lugar nos cautivo, junto con el alrededor verde en una bonita jornada primaveral. Lo que nos gustó un poco menos, pero ya esto es una generalidad francesa es que llegamos en pleno mediodia y solo los restaurantes y tiendas de souvenirs estaban abiertas.

Hubiésemos querido disfrutar de las degustaciones y comprar algo de vino, pero nada. Nos dijimos que lo hariamos en Colmar, pensando que allí sería como en Eghisheim, pero no. Asi que si son amantes del vino, hay que planear una visita tranquila en horarios de oficina a Eguisheim, que le vamos a hacer, son asi y hay que adaptarse.

Una vez que habiamos terminado de hacer el tour de Eguisheim, nos dimos cuenta que ni ed casualidad estabamos cerca de las 14h que era la hora a la que habria lo que estaba cerrado; asi que decidimos continuar hacia Colmar. Los dos pueblos estan muy cerca; Colmar es claro mucho mas grande, y ya tiene dimensiones de una pequeña ciudad.

El GPS nos guió hasta el centro y yendo allí encontramos varios lugares donde aparcar; dimos una vuelta y sin gran dificultad logramos trovar un parking y ademas gratis. La ciudad fuera del centro es muy bonita; muy organizada y limpia. Nada que ver arquitectónicamente con el centro pero con su particular encanto.

La pintoresca y bella Colmar

Así llegamos al centro de Colmar por un lugar emblemático y que nos transportó enseguida con su encanto, algo que llaman la pequeña venecia; porque está lleno de canales y recuerda obviamente la ciudad del mismo nombre.

Había un ambiente enorme, era sábado y había gran cantidad de gente; muchos alemanes de lo que se escuchaba hablar; aunque aparentemente el alsacien que es una lengua local, es muy similar y entonces es difícil de saber quien es quien.

Para los amantes de las gondolas es posible hacerse un paseito en una barquita por los canales de Colmar. Yo no soy muy de barquitos salvo si estoy en aguas paradisíacas y eso por obligación.

Nosotros preferimos recorrer la ciudad a pie, su tamaño permite hacerlo sin problemas, el dia es bellisimo y dan aun mas ganas de pasear. Hacemos una parada logística en el mercado para buscar algo bien local para comer.

¿Que puede haber más local que unas buenas Bretzels? las hay originales con el solo pan, y luego las preparan con queso, con jamon, con cebolla asada… Nos compramos de varias para probarlas; todas son fresquísimas y exquisitas. Estos nos permite de hacer un tente en pie para luego seguir recorriendo la ciudad, con el estómago ya calmadito.

Asi caminandito llegamos a un arco que sirve de entrada (dependiendo de donde se llega) a la Grand Rue, en esta parte habia como mas gente, y ademas habia un festival de Comics por lo cual habia el doble de gente.

Hay varios museos que es posible visitar en Colmar, no los incluimos en nuestra visita porque vinimos mas que todo a admirar el patrimonio arquitectonico y a maravillarnos con el ambiente. Pero si quieren mas informacion sobre los museos pueden dar una ojeada a este website de la oficina de turismo de la ciudad: tourisme-colmar.

La mayoria de los museos no cuestan mucho ,y si cuentan con tiempo, pienso que valdria la pena de visitar algunos de ellos, como es el caso de la Iglesia de los Dominicanos, el edificio es realmente majestuoso.

Hay otros edificios que me parecen caza turistas y me los saltaría totalmente, pero dejo la escogencia a los diferentes gustos y expectativas, pero conociendo los franceses a veces hacen museo de cualquier pequeña exposición de patrimonio y se puede quedar algo desilusionado si se esperaba más.

Ya luego de mucho caminar, nos dan cerca de las 4 de la tarde. Nos decimos que ya el cansacio empieza a ganar terreno y que quizá deberíamos tomar camino hacia Alemania. Antes nos detuvimos en un supermercado para comprar algunas cosas para la cena, ya que no sabíamos mucho lo que encontraríamos en la zona en la que estábamos.

Nos encaminamos a la frontera, antes de la frontera solo hay muchos campos verdes, y muchas ventas de espárragos frescos al borde de la carretera. Justo al momento de pasar la frontera (que físicamente esta marcada por el rio), atravesamos un puente que da una vista sensacional de las dos costas. No nos esperábamos esta vista y perdemos el momento de hacer alguna foto.

El sur de la Selva Negra Pueblos que ver

Una vez cruzada la frontera, ya en Alemania, encontramos rápidamente la vía hacia el pueblo donde nos quedaremos, llamado Bad Krozinger. Bad quiere decir baño, y es porque en Bad Krozinger hay unos baños termales famosos.

Bad Krozinger es un pequeño y bonito pueblo de la región de la Selva Negra, tiene un pequeño centro y todo lo necesario para una buena estadía. Esta muy cerca de la entrada de la Selva Negra y de Fribourg, pero a precios más interesantes.

Desde Bad Krozinger al día siguiente fuimos de visita a Fribourg im Brisgau, la ciudad más grande por esta zona. Tiene un movimiento increíble, siempre esta viva, con mucha gente, muchos negocios, y algunos bares y restaurantes.

Para comer recomiendo mas adentrarse en los pueblos, se come mejor y más barato, en lugares hermosísimos. Aunque en Alemania por los precios no hay que preocuparse mucho, porque son bastante interesantes.

Al día siguiente fuimos a visitar Strasbourg, viajamos por el lado alemán para aprovechar que la autopista es gratuita, ademas que mi marido quería probar la ausencia de limites de velocidad, pero la verdad, si no se tiene un gran audi mejor no entrar en competición.

Strasbourg nos decepcionó un poco, hemos un ido en domingo, lo que ha hecho que muchos negocios estuvieran cerrados. El hipercentro estaba lleno de gente, pero lo encontramos algo caótico y hasta un poco sucio. La catedral es lo que se espera, muy hermosa, tanto externa como internamente, pero por el resto aun siendo mas pequeño preferiría Colmar sin duda alguna.

El resto de Strasbourgo está entre edificios muy recientes, uno que otro histórico y muchos edificios como de los años 70. Fuera del hipercentro no me pareció interesante como ciudad. Pero se debe ver la catedral sin duda alguna.

Del otro lado del rio, saliendo de Strasbourgo, hay un restaurante en el borde del rio, bastante grande y agradable, donde se puede disfrutar una buena cerveza, con una excelente vista.

Tour de la Selva Negra Sur

Hoy nos vamos del apartamento en Bad Krozinger y pasaremos la noche en un alojamiento típico de la Selva Negra. Nos quedaremos en lo que llaman en Alemania, una Gasthaus; un alojamiento familiar pequeño, escogimos el Gastahaus Sonne.

Este lugar tiene ademas une excelente restaurante, en el cual se puede comer el desayuno que está incluido en el alojamiento.

Los cuartos en madera, dan bien ese ambiente de montaña, y tienen maravillosas vistas a las colinas en las que se pasean ovejas, todo una postal.

Al dia siguiente nos levantamos temprano para aprovechar el buen dia, y nos fuimos de paseo para ver la zona de la estacion Schauinsland. Alli iremos a la busqueda de una torre (La Sonnenobservatorium Schauinsland) desde la cual hay una vista de 360 grados sobre una buena parte de la Selva Negra, en dias soleados y claros se ve hasta muy lejos.

Es una buena experiencia porque permite de disfrutar de una de las actividades principales de la Selva Negra; caminar. Al llegar al lugar hay que estacionar en la parte baja, y avanzar ahasta la Begstation; donde la gente llega desde Fribourg en funicular.

El valle que hay arriba es simplemente fantastico, te deja sin habla, sobretodo en época de primavera, parece que hemos caido dentro de un libro, o una postal, no tengo palabras. solo puedo modestamente mostrarle las fotos para intentar mostrar los colores verdes eléctricos de ese lugar.

En la Begstation hay un restaurante, en el cual hacemos una pausa, nos tomamos una cervecita alemana, mientras ojeamos libros de turismo de la zona, y luego seguiremos nuestro camino de regreso.

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